DESDE ADENTRO HACIA AFUERA: Cómo El Evangelio Cambia Vidas Y Comunidades

Teología en Acción: Perspectiva y Aplicaciones Prácticas

 

Si bien los actos de compasión son expresiones vitales del amor cristiano, la Iglesia posee un poder único para transformar vidas y comunidades, mucho más allá del alcance de los esfuerzos humanitarios por sí solos. Este poder reside en el Evangelio de Jesucristo, que ofrece no solo un alivio temporal, sino una transformación radical y eterna del corazón humano. A través del Evangelio, las personas se convierten en nuevas creaciones, se liberan de la esclavitud del pecado y se les da el poder para vivir una vida de amor, propósito y servicio. Esta transformación interior se extiende hacia afuera, impactando a las familias, las comunidades y, en última instancia, al mundo para la gloria de Dios.

Para comprender mejor este poder transformador, debemos profundizar en una perspectiva teológica. Las Escrituras nos revelan la esencia de esta transformación y cómo podemos ser instrumentos de ella.

 

He aquí una perspectiva teológica sobre cómo una iglesia, empoderada por el Evangelio, puede lograr esta profunda transformación:

  1. El poder transformador del evangelio:
  • Nueva Creación: El Evangelio proclama que mediante la fe en Jesucristo, las personas se convierten en nuevas criaturas (2 Corintios 5:17). Esto significa un cambio fundamental en su identidad, valores y propósito. Ya no están definidos por su pasado, sus circunstancias o su pecado, sino por su relación con Cristo.
  • Libertad de esclavitud: El Evangelio libera a las personas de la esclavitud del pecado, la vergüenza y la culpa. Ofrece perdón, sanación y restauración, empoderando a las personas para vivir en la plenitud del potencial que Dios les ha dado.
  • Amor y Compasión: El Evangelio infunde en los creyentes el amor a Dios y el amor a los demás. Este amor los obliga a servir a sus vecinos, mostrar compasión y trabajar por la reconciliación en sus comunidades.
  1. Impacto en el Individuo:
  • Corazones cambiados: Cuando una persona encuentra verdaderamente el Evangelio, su corazón se transforma. Desarrollan una nueva perspectiva de la vida, un nuevo conjunto de prioridades y una nueva motivación para vivir.
  • Mentes renovadas: El Evangelio renueva la mente, conduciendo a una comprensión más profunda de la verdad de Dios y a una mayor capacidad para tomar decisiones sabias y con discernimiento.
  • Vida empoderada: Con el poder del Espíritu Santo, los creyentes están equipados para obedecer a Dios, superar desafíos, resistir la tentación y vivir una vida que honre a Dios y bendiga a otros.
  1. Impacto en la Comunidad:
  • Agentes de Cambio: Los individuos transformados se convierten en agentes de cambio en sus comunidades. Están motivados para abordar problemas sociales y compartir el amor de Cristo con quienes los rodean.
  • Reconciliación y Sanación: El Evangelio derriba barreras entre las personas, fomentando la reconciliación y la curación en relaciones y comunidades rotas.
  • Esperanza y propósito: El Evangelio proporciona un sentido de esperanza y propósito que trasciende las circunstancias terrenales. Esto empodera a las personas y las comunidades para enfrentar los desafíos con resiliencia y perseverancia.
  1. Significado eterno:
  • Vida eterna: El Evangelio ofrece el don de la vida eterna, una relación con Dios que se extiende más allá de esta existencia terrenal.
  • Impacto del Reino: La obra transformadora del Evangelio contribuye a la construcción del Reino de Dios, una realidad que en última instancia abarcará toda la creación cuando Cristo regrese.

 

En contraste con los esfuerzos humanitarios:

Si bien los esfuerzos humanitarios son esenciales y encomiables, a menudo abordan solo los síntomas del quebrantamiento humano. El Evangelio, por otro lado, aborda la causa fundamental: el pecado y la separación de Dios. Al transformar corazones y mentes, el Evangelio equipa a las personas para que se conviertan en agentes de cambio duradero, no solo en sus propias vidas, sino también en sus comunidades y para la eternidad.

 

Ejemplos:

  • Una persona que lucha contra la adicción encuentra libertad y propósito a través de la fe en Cristo y se convierte en defensor de otras personas que luchan con desafíos similares.
  • Una comunidad plagada de violencia y división experimenta reconciliación y sanación a medida que el Evangelio derriba barreras y fomenta el amor y el perdón.
  • Una iglesia moviliza a sus miembros para servir a los pobres y marginados, no sólo por preocupación social, sino por un profundo amor por Cristo y un deseo de compartir Su amor con los demás.

 

En conclusión, la misión de la Iglesia va más allá de satisfacer las necesidades inmediatas. A través del poder transformador del Evangelio, ofrece una transformación holística que aborda las causas fundamentales del quebrantamiento humano: el pecado. Al poseer una fe auténtica en Cristo, la iglesia capacita a los creyentes para convertirse en agentes de cambio, impactando a sus comunidades con el amor, la esperanza y el propósito que se encuentran en Cristo. Esta obra transformadora se extiende mucho más allá de lo temporal, cambiando vidas para la eternidad y contribuyendo al avance de la misión de la iglesia. En última instancia, la iglesia, a través del poder del Evangelio, ofrece un poder transformador que ningún esfuerzo humanitario puede igualar. Trae cambios duraderos a individuos y comunidades, demostrando el impacto verdadero y duradero de la gracia y el amor de Dios que se nos muestra en la persona y obra de Cristo.

 

PONERLO EN PRÁCTICA

Ahora bien, ¿cómo podemos llevar esta perspectiva teológica a la práctica en nuestro ministerio? Veamos algunas maneras concretas en que podemos ser agentes de transformación en nuestras comunidades.

 Un enfoque paso a paso haría que esta perspectiva teológica fuera más práctica y aplicable. Así es como podemos desglosarlo:

Paso 1: Predicar el Evangelio con claridad y pasión

  • Mensaje Central: Asegúrese de que el Evangelio sea el mensaje central de cada sermón, estudio bíblico y evento de divulgación. Articular claramente las verdades fundamentales del pecado, la gracia, la redención y la nueva vida ofrecida a través de la fe en Jesucristo.
  • Comunicación convincente: Presentar el Evangelio de una manera que sea bíblicamente fiel y culturalmente relevante. Utilice historias, ilustraciones y testimonios para conectarse con los corazones y las mentes de las personas.
  • Proclamación apasionada: Comparte el Evangelio con genuina pasión y convicción, demostrando el poder transformador que ha tenido en tu propia vida.

Paso 2: Cultivar un ambiente de discipulado

  • Relaciones de discipulado intencional: Fomentar y facilitar relaciones significativas de discipulado dentro de la iglesia. Conecte a creyentes maduros con nuevos cristianos o aquellos que buscan crecer en su fe.
  • Grupos pequeños y estudios bíblicos: Ofrezca oportunidades para un estudio bíblico en profundidad y formación espiritual en entornos de grupos pequeños. Fomente la discusión abierta, la oración y la responsabilidad mutua.
  • Mentoría y desarrollo de liderazgo: Identificar y capacitar líderes potenciales dentro de la iglesia. Brindar tutoría y orientación para ayudarlos a crecer en su fe y habilidades de liderazgo.

Paso 3: Equiparse para el servicio y el ministerio

  • Identificar dones espirituales: Ayude a las personas a descubrir sus dones y talentos espirituales. Bríndeles oportunidades para que utilicen sus dones al servicio de la iglesia y la comunidad.
  • Capacitación y recursos: Ofrecer capacitación y recursos para equipar a los miembros para un ministerio eficaz en diversas áreas, como evangelismo, enseñanza, consejería y alcance social.
  • Empoderamiento y apoyo: Alentar y capacitar a las personas para que tomen la iniciativa en el ministerio. Brinde apoyo, aliento y responsabilidad mientras prestan servicios.

Paso 4: Fomentar una cultura de compasión y extensión

  • Modelo de compasión: Demostrar amor y preocupación genuinos por las necesidades de los demás, tanto dentro de la iglesia como en la comunidad en general.
  • Participación comunitaria: Asociarse con otras organizaciones y líderes comunitarios para abordar problemas sociales y promover el bien común.

Paso 5: Celebre la transformación y el testimonio

  • Comparta historias de transformación: Anime a las personas a compartir sus testimonios de cómo el Evangelio ha cambiado sus vidas. Estas historias pueden inspirar y animar a otros.
  • Reconocer y afirmar el crecimiento: Celebre el crecimiento espiritual y el desarrollo de las personas dentro de la iglesia. Reconozca sus contribuciones y anímelos a continuar buscando la semejanza de Cristo.
  • Promover una cultura de gratitud: Fomentar un espíritu de gratitud por la gracia de Dios y el poder transformador del Evangelio.

Paso 6: Orar por la transformación continua

  • Oración individual y corporativa: Fomentar la oración individual y colectiva por la obra continua del Espíritu Santo en las vidas de los creyentes y en la comunidad.
  • Confianza en el poder de Dios: Reconozca que la verdadera transformación es, en última instancia, obra de Dios. ¡No lo fuerces! Dependa de Su poder y guía en cada aspecto del ministerio.

 

Al implementar estos pasos, la iglesia puede convertirse en un poderoso catalizador para una transformación real, impactando no solo las vidas de sus miembros sino también la de la comunidad en general. Este enfoque va más allá de abordar las necesidades inmediatas, ofreciendo un impacto duradero y eterno que refleja el verdadero poder del Evangelio.

 

Soli De Gloria

Escrito y traducido por Antonio Salgado

Ore por nuestros trabajadores de BCMS que sirven fielmente en lugares difíciles. Que el Evangelio siga saliendo, a Dios sea la gloria.

 

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Decidas lo que decidas, muchas gracias por orar por nosotros y ayudar a este ministerio. ¡Dios lo bendiga!

 

 

FROM THE INSIDE OUT:  HOW THE GOSPEL CHANGES LIVES AND COMMUNITIES

     

A THEOLOGICAL PERSPECTIVE AND SOME PRACTICAL APPLICATIONS

 

While acts of compassion are vital expressions of Christian love, the Church possesses a unique power to transform lives and communities far beyond the reach of humanitarian efforts alone. This power resides in the Gospel of Jesus Christ, which offers not merely temporary relief but a radical and eternal transformation of the human heart. Through the Gospel, individuals are made new creations, liberated from the bondage of sin, and empowered to live lives of love, purpose, and service. This inner transformation ripples outward, impacting families, communities, and ultimately, the world for the glory of God.

To better understand this transformative power, we must delve into a theological perspective. The Scriptures reveal to us the essence of this transformation and how we can be instruments of it.

Here’s a theological perspective on how a church, empowered by the Gospel, can bring about this profound transformation:

  1. The Transforming Power of the Gospel:
  • New Creation: The Gospel proclaims that through faith in Jesus Christ, people become new creations (2 Corinthians 5:17). This means a fundamental change in their identity, values, and purpose. They are no longer defined by their past, their circumstances, or their sin, but by their relationship with Christ.
  • Freedom from Bondage: The Gospel liberates people from the bondage of sin, shame, and guilt. It offers forgiveness, healing, and restoration, empowering individuals to live in the fullness of their God-given potential.
  • Love and Compassion: The Gospel instills in believers a love for God and a love for others. This love compels them to serve their neighbors, show compassion, and work for reconciliation in their communities.

 

  1. Impact on the Individual:
  • Changed Hearts: When a person truly encounters the Gospel, their heart is transformed. They develop a new perspective on life, a new set of priorities, and a new motivation for living.
  • Renewed Minds: The Gospel renews the mind, leading to a deeper understanding of God’s truth and a greater capacity for wise and discerning choices.
  • Empowered Living: Empowered by the Holy Spirit, believers are equipped to obey God, overcome challenges, resist temptation, and live a life that honors God and blesses others.

 

  1. Impact on the Community:
  • Agents of Change: Transformed individuals become agents of change in their communities. They are motivated to share the love of Christ with those around them.
  • Reconciliation and Healing: The Gospel breaks down barriers between people, fostering reconciliation and healing in broken relationships and communities.
  • Hope and Purpose: The Gospel provides a sense of hope and purpose that transcends earthly circumstances. This empowers individuals and communities to face challenges with resilience and perseverance.

 

  1. Eternal Significance:
  • Eternal Life: The Gospel offers the gift of eternal life, a relationship with God that extends beyond this earthly existence.
  • Kingdom Impact: The transformative work of the Gospel contributes to the building of God’s Kingdom, a reality that will ultimately encompass all of creation upon Christ’s return.

 

In Contrast to Humanitarian Efforts:

While humanitarian efforts are essential and commendable, they often address only the symptoms of human brokenness. The Gospel, on the other hand, addresses the root cause—sin and separation from God. By transforming hearts and minds, the Gospel equips individuals to become agents of lasting change, not only in their own lives but also in their communities and for eternity.

 

Examples:

  • A person struggling with addiction finds freedom and purpose through faith in Christ and becomes an advocate for others struggling with similar challenges.
  • A community plagued by violence and division experiences reconciliation and healing as the Gospel breaks down barriers and fosters love and forgiveness.
  • A church mobilizes its members to serve the poor and marginalized, not just out of social concern, but out of a deep love for Christ and a desire to share His love with others.

 

In conclusion, the Church’s mission extends beyond meeting immediate needs. Through the life-changing power of the Gospel, it offers a holistic transformation that addresses the root causes of human brokenness, sin. By posessing authentic faith in Christ, the church empowers believers to become agents of change, impacting their communities with the love, hope, and purpose found in Christ. This transformative work extends far beyond the temporal, changing lives for eternity and contributing to the advancement of the church’s mission. Therefore, the church, through the power of the Gospel , offers a transformative power that no humanitarian effort alone can match. It brings lasting change to individuals and communities, demonstrating the true and lasting impact of God’s grace and love shown to us in the person and work of Christ.

 

PUTTING IT INTO PRACTICE

Now, how can we put this theological perspective into practice in our ministry? A step-by-step approach would make this theological perspective more practical and applicable. Let’s look at some concrete ways in which we can be agents of transformation in our communities.

Here’s how we can break it down:

Step 1: Preach the Gospel Clearly and Passionately

  • Central Message: Ensure that the Gospel is the central message of every sermon, Bible study, and outreach event. Clearly articulate the core truths of sin, grace, redemption, and the new life offered through faith in Jesus Christ.
  • Compelling Communication: Present the Gospel in a way that is both biblically faithful and culturally relevant. Use stories, illustrations, and testimonies to connect with people’s hearts and minds.
  • Passionate Proclamation: Share the Gospel with genuine passion and conviction, demonstrating the transformative power it has had in your own life.

 

Step 2: Cultivate an Environment of Discipleship

  • Intentional Discipleship Relationships: Encourage and facilitate meaningful discipleship relationships within the church. Connect mature believers with new Christians or those seeking to grow in their faith.
  • Small Groups and Bible Studies: Offer opportunities for in-depth Bible study and spiritual formation in small group settings. Encourage open discussion, prayer, and mutual accountability.
  • Mentorship and Leadership Development: Identify and train potential leaders within the church. Provide mentorship and guidance to help them grow in their faith and leadership abilities.

 

Step 3: Equip for Service and Ministry

  • Identify Spiritual Gifts: Help individuals discover their spiritual gifts and talents. Provide opportunities for them to use their gifts in service to the church and the community.
  • Training and Resources: Offer training and resources to equip members for effective ministry in various areas, such as evangelism, teaching, counseling, and social outreach.
  • Empowerment and Support: Encourage and empower individuals to take initiative in ministry. Provide support, encouragement, and accountability as they serve.

 

Step 4: Foster a Culture of Compassion and Outreach

  • Model Compassion: Demonstrate a genuine love and concern for the needs of others, both within the church and in the wider community.
  • Community Engagement: Partner with other organizations and community leaders to address social issues and promote the common good.

 

Step 5: Celebrate Transformation and Testimony

  • Share Stories of Transformation: Encourage individuals to share their testimonies of how the Gospel has changed their lives. These stories can inspire and encourage others.
  • Recognize and Affirm Growth: Celebrate the spiritual growth and development of individuals within the church. Acknowledge their contributions and encourage them to continue pursuing Christlikeness.
  • Promote a Culture of Gratitude: Foster a spirit of gratitude for God’s grace and the transformative power of the Gospel.

 

Step 6: Pray for Continued Transformation

  • Individual and Corporate Prayer: Encourage both individual and corporate prayer for the ongoing work of the Holy Spirit in the lives of believers and in the community.
  • Reliance on God’s Power: Recognize that true transformation is ultimately the work of God. Don’t force it! Depend on His power and guidance in every aspect of ministry.

 

By implementing these steps, the church can become a powerful catalyst for real transformation, impacting not only the lives of its members but also the wider community. This approach goes beyond addressing immediate needs, offering a lasting and eternal impact that reflects the true power of the Gospel. May God use us to bring this transformation to every corner of our society. Let us work together, with the guidance of the Holy Spirit, so that the world may see Christ in us, our churches and in our communities.

 

Soli De Gloria

Antonio Salgado

Please pray for our BCMS workers serving faithfully in hard places. May the Gospel continue to go forth, to God be the glory.

 

If the Lord so lies on your heart to give back to Him by supporting this ministry, you can easily donate online through PayPal. Click the donate button below to send support of any amount directly to the ministry. This is the fastest option to get funds to the mission field.

 

You can  donate to this ministry online with Paypal. Click the donate button below and you can send support of any amount directly to the ministry. You can choose the option of doing a one-time donation and this is the fastest option to get funds to us. Click the link below for that option.

 

 

 

 

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The ministry of (CMC) serves hundreds of missionaries, but they ONLY receive the funds for us and in no way have control over how the funds are to be spent or what we are to do as a ministry, which gives room to be sensitive to the Spirit’s leading and the liberty in making needed adjustments.

You may begin sending your support to the BCMS (Antonio Salgado) at any time at the address above. (Checks should be made payable to Central Missionary Clearinghouse or C.M.C.)

You can also now give to the ministry here in the DR online through the new giving solution called “click and give” at the CMC website.

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Whatever you decide, thank you so much for praying for us and considering helping this ministry. God Bless You!

 

EL MODELO BÍBLICO: UN ESTUDIO DE 8 PARTES SOBRE LAS MISIONES

EL MODELO BÍBLICO: UN ESTUDIO DE 8 PARTES SOBRE LAS MISIONES

 

Oro para que estos recursos edifiquen y ayuden al pueblo de Dios sobre la misión que nos ha encomendado nuestro Señor. Es especialmente para aquellos hermanos y hermanas que apoyan las misiones, sirven a los misioneros, tienen el deseo de servir, o ya están sirviendo al Señor en el campo misionero. Soli Deo Gloria.

– Antonio Salgado

 

Acercándose Jesús, les dijo: «Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,  enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado; y ¡recuerden! Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo». – Mateo 28:18-20

 

Solo nos pidieron que nos acordáramos de los pobres, lo mismo que yo estaba también deseoso de hacer. – Gálatas 2:10

 

 

 

EL MODELO BÍBLICO PARTE 1: LA MISIÓN REAL DE MISIONES

EL MODELO BÍBLICO PARTE 2: LA FILOSOFÍA DE LAS MISIONES

EL MODELO BÍBLICO PARTE 3: EL SISTEMA DE APOYO DE LAS MISIONES

 

EL MODELO BÍBLICO PARTE 4: EL EQUILIBRIO DE LA FE Y LA RECAUDACIÓN DE FONDOS EN LAS MISIONES

EL MODELO BIBLICO PARTE 5: CRISTO ES TODO EN LAS MISIONES

EL MODELO BIBLICO PARTE 6: ENVIANDO Y RECIBIENDO EN MISIONES

EL MODELO BIBLICO 7: EL MENSAJE DE LAS MISIÓNES ¿QUE ES EL EVANGELIO? 1

EL MODELO BIBLICO PARTE 8: EL MENSAJE DE LAS MISIONES ¿QUÉ ES EL EVANGELIO? 2

 

SOLI DEO GLORIA

 

 

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Decidas lo que decidas, muchas gracias por orar por nosotros y ayudar a este ministerio. ¡Dios lo bendiga!

 

EL MODELO BÍBLICO PARTE 4: EL EQUILIBRIO DE LA FE Y LA RECAUDACIÓN DE FONDOS EN LAS MISIONES

UNA MIRADA A AMBAS CARAS DE LA MISMA MONEDA

Por cada persona que alguna vez oró por mí o donó cualquier cantidad a lo largo de los años. Gracias, aprecio tu amor por el Señor y el deseo de involucrarte en Su misión.

Cualquiera que haya seguido el trabajo aquí durante algún tiempo probablemente haya leído en un boletín informativo o en una publicación en las redes sociales que,

“Aquellos que oran y dan a las misiones desempeñan un papel tan importante como el misionero en el campo”. 

Lo digo a menudo, especialmente cuando hablo en casa o hablo de misiones con alguien. Lo digo mucho por qué realmente creo. La iglesia o la persona que da una cantidad fielmente a lo largo del tiempo, o la abuela que se levanta temprano cada mañana para orar por los misioneros de los que tiene fotos o nombres en su refrigerador. Ambos desempeñan un papel crucial en esta asociación a largo plazo en el Evangelio que llamamos trabajo misionero.

Cuando se trata de financiar a un misionero, algunos dirían muy simplemente que si es la voluntad de Dios, Él proveerá, y toman la posición de no buscar compartir necesidades ni recaudar dinero. Creen firmemente que de esta manera están confiando verdaderamente en el Señor. Eso está bien, si es su convicción, y creo que si es la voluntad de Dios, Él también proveerá. Pero dejarlo tan simplista sería realmente pasar por alto algo importante en la otra cara de la misma moneda. Algo claramente revelado en las Escrituras que no se debe evitar.

Entendemos y creemos que Dios ha ordenado todas las cosas de manera absoluta. Pero también ha ordenado los medios para alcanzar esos fines. Una confesión lo expresa bien al hablar del decreto de Dios. Dice que:

“Dios ha decretado en sí mismo, desde toda la eternidad, por el santísimo y santo consejo de su propia voluntad, libre e inmutablemente, todas las cosas, cualquier cosa que suceda; sin embargo, de esta manera Dios no es el autor del pecado ni tiene comunión con nadie en él; ni se ofrece violencia a la voluntad de la criatura, ni se quita la libertad o contingencia de las causas segundas, sino que se establece; en el cual aparece su sabiduría para disponer de todas las cosas, y poder y fidelidad para cumplir su decreto”.

Y no tomaría mucho tiempo leer las epístolas antes de que comenzaras a notar un par de cosas:

Primero, Pablo dependía absolutamente de Dios y oraba esperando que Dios respondiera, y Dios lo hacía a menudo.

Al mismo tiempo vemos otros ejemplos de Pablo dando a conocer sus necesidades a las iglesias. También esperaba que los hermanos lo ayudaran con sus necesidades y las de los demás.

Ambas son ciertas y van juntas.

Sí, a veces trabajaba con las manos por convicción y hasta por necesidad. En Filipenses escribe que en un momento

“En los primeros días del evangelio, cuando salí de Macedonia, ninguna iglesia compartía conmigo el asunto de dar y recibir, excepto vosotros solos”. (Filipenses 4:15)

¡Esto es increíblemente asombroso! Consideremos al gran apóstol Pablo, el apóstol de los gentiles, el gran misionero. Ahora considere las iglesias que él mismo y quizás otros habían plantado, sin estar dispuestos a dar o ayudar a Pablo para que el Evangelio pudiera difundirse en otros lugares. Si perdiéramos todo nuestro apoyo y solo una iglesia (bastante joven) nos apoyara, tendríamos que hacer lo mismo. Yo también he tenido que hacer bastantes tiendas de campaña últimamente, al menos hasta que adquiramos nuevos socios de misión para ayudar a aliviar la carga de las nuevas necesidades y prepararnos para los planes futuros que tenemos. Pero ese no ha sido siempre el caso.

Una desventaja realista a considerar de los misioneros bivocacionales es que es fácil sobrecargarse y abrumarse, y de ahí surge la posibilidad de volverse menos efectivos y su longevidad en el campo pronto podría estar en juego. A menos que de alguna manera hayan establecido en el pasado un negocio o una carrera bien remunerada antes de mudarse a un campo misionero en el extranjero, y de alguna manera hayan podido mantenerlo funcionando y ganar dinero para su familia y su ministerio sin sacrificar todo su tiempo. Pero esas son excepciones y A menudo, los misioneros bivocacionales generalmente terminan pasando menos tiempo trabajando para el Señor (por supuesto, todo lo que hacemos es para el Señor, pero aquí me refiero específicamente al trabajo misionero y al ministerio) y más tiempo trabajando solo para sobrevivir y llegar a fin de mes.

Y a medida que el Señor abre más puertas, también trae más gastos y necesidades. En el pasado, enseñé inglés en otra escuela de forma gratuita durante casi dos años. Incluso recientemente hemos ayudado a esa escuela. Pero hay etapas de la vida y del ministerio en las que simplemente haces lo que tienes que hacer. Entonces estaba enseñando en otra escuela, pero ahora trabajo en el orfanato para llegar a fin de mes. Estoy dispuesta a hacerlo e incluso disfrutarlo de muchas maneras. Seguro que es una bendición y las oportunidades para compartir el Evangelio son muchas. Pero, con la familia en esa combinación de una carga de trabajo muy exigente, tanto en el ministerio como en otro trabajo de tiempo completo, eventualmente tendrás una receta para el agotamiento. Especialmente en el campo donde las necesidades son a menudo mucho mayores cuando se trabaja con los pobres, y la gente no es tan individualista y reservada, sino que necesita y desea mucha más atención y tiempo dedicado a ellos. A menudo necesitan más tiempo y recursos de los que tienen disponibles, y necesitan más que la mayoría de los estadounidenses.

Así ocurre con el ministerio en muchas otras culturas, simplemente es diferente. Y si somos honestos, a la mayoría de las personas culturalmente como estadounidenses simplemente les gusta su privacidad y, en general, están en mejor situación financiera. Y eso está bien. Digo esto en el sentido de que sólo porque algo sea común o fácil de hacer en los Estados Unidos, no significa que será así en un entorno diferente. Y aunque el ministerio bivocacional siempre es difícil, lo es aún más cuando la gente es pobre, a menudo enferma y con menos educación. En esas situaciones, las cosas suelen requerir mucho más tiempo, energía y dinero.

Pero ¿por qué algunos misioneros parecen necesitar siempre dinero?

Bueno, primero ciertamente estaríamos de acuerdo en que lo más amoroso que podemos hacer por una persona es compartir el Evangelio con ella y señalarle a Cristo. A esto decimos sí y amén. Sin embargo, al mismo tiempo, sería muy poco amoroso predicar el Evangelio e ignorar las necesidades básicas, urgentes y obvias de alguien, especialmente si estuviéramos en condiciones de ayudarlo. Por supuesto que no podemos ayudar a todos y “los pobres siempre estarán con nosotros”. Pero esto no es excusa para no ser lo más generosos posible y debemos recordar que fuimos salvados no sólo de algo, sino también para algo,

“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que las hiciéramos”. Efesios 2:10

Una y otra vez vemos en las Escrituras el deber del creyente de ser compasivo, misericordioso y generoso como lo vimos ejemplificado en la vida de nuestro Señor y los Apóstoles y la iglesia primitiva. Cuando los otros Apóstoles extendieron la mano derecha de compañerismo a Pablo y Bernabé mientras se preparaban para salir a proclamar el Evangelio y hacer discípulos de los gentiles, le recordaron a Pablo algo que era importante para ellos porque era importante para Dios. .

“Sólo que nos pidieron que recordáramos a los pobres, precisamente lo que yo estaba ansioso por hacer”.  Gálatas 2:10

En el libro “Controversias en las misiones”, una recopilación de ensayos escritos sobre varios temas controvertidos en las misiones, un capítulo sobre el modelo regeneracional de Carl F. H. Henry lo expresa de esta manera:

“La elocuencia particular de la posición de Henry es la siguiente: no es necesario negar los importantes mandamientos bíblicos relacionados con la justicia social para llegar al prioritismo (la proclamación del Evangelio es la prioridad), y la manera de hacerlo es entendiendo todo el peso de la Doctrina de la revelación dentro de la teología cristiana. Cuando se hace esto, queda claro que existe una correlación directa entre la doctrina de la revelación y la prioridad de la proclamación. Sin embargo, tal posición prioritaria de ninguna manera hace que lo que la Biblia dice sobre la justicia social sea irrelevante o sin importancia. De hecho, ocurre todo lo contrario. Una visión elevada de la doctrina de la revelación, especialmente en lo que respecta a las Escrituras, también da lugar a una fuerte preocupación social porque los imperativos morales para el pueblo de Dios son divinamente revelados”.

Esto no es de ninguna manera un “evangelio social” como algunos lo entienden. Sino más bien un ministerio bíblico centrado en la revelación de Dios y las exigencias éticas impuestas a quienes son transformados por la misma proclamación del Evangelio. Esta última (generosidad compasiva) en realidad da evidencia y establece que lo primero y principal (la proclamación del Evangelio y la salvación) realmente tuvo lugar, para empezar. Una es una prioridad, pero ambas son necesarias y bíblicas. El autor ofrece una ilustración muy útil de la vida cotidiana para ayudarnos a comprender cómo ambas son necesarias, manteniendo con razón lo principal, es decir, la proclamación del Evangelio, como lo principal.

“Podría decir que voy a ir al banco a hacer un depósito y luego al correo a enviar algunas facturas. Además declaro que el banco es mi máxima prioridad porque si no deposito mi sueldo no se pueden pagar las cuentas. Es evidente que nos encontramos ante un caso de prioridad en el que ambas cosas siguen siendo necesarias. Todavía debo depositar mi cheque y todavía debo pagar mis cuentas. Sin embargo, uno de ellos tiene prioridad porque lo segundo depende de que haya ocurrido lo primero. Lo mismo ocurre con la evangelización y la preocupación social. Primero se debe predicar el evangelio antes de que los conversos puedan ser discipulados y, de hecho, el contenido del discipulado cristiano permanece sumido en la oscuridad, aparte de los fundamentos proclamacionales de los apóstoles y profetas, que es la revelación divina. Por lo tanto, la prioridad lógica de la evangelización no hace que la compasión sea opcional. Simplemente, afirma el lugar supremo de las Escrituras y el papel inequívoco dado a la proclamación en la vida de la iglesia”.

Considere este texto en Santiago:

“Si un hermano o una hermana están desnudos y carecen del alimento diario, y uno de vosotros les dice: “Vayan en paz, abriganse y coman bien”, pero no les dan lo que el cuerpo necesita, ¿de qué le sirve? ¿él? De la misma manera la fe, si no tiene obras, en sí misma está muerta”. Santiago 2:15-17

Pero volvamos ahora a mi primer punto sobre la financiación necesaria para hacer ambas cosas:

Así tenemos al apóstol Pablo, quien fue inspirado por el Espíritu Santo para escribir y explicar los misterios de Dios siendo revelados, orando al Señor Soberano, y al mismo tiempo da a conocer sus necesidades a las iglesias y aparentemente esperaba que ellas las satisficieran. esas necesidades. Vemos una verdadera dependencia de Dios a través de la oración y comunicando a las iglesias sus propias necesidades y las de los demás. ¿Por qué? Porque entendió que el medio para alcanzar la meta de la iglesia, ES la iglesia. Específicamente, el énfasis en el Nuevo Testamento está abrumadoramente en las iglesias locales.

El pueblo de Dios tiene la misión de ir y hacer discípulos de todas las naciones, bautizar y enseñar todo lo que Cristo ha mandado. El pueblo de Dios también tiene la verdadera responsabilidad de ser intencional al ir, enviar, orar y proveer para esa misión y mostrar misericordia y compasión a los demás en el proceso. Hay exigencias éticas que se imponen al creyente a través de los mandamientos del Nuevo Testamento.

No es ciencia espacial, pero al menos para algunos, es difícil mantener el equilibrio. Mucha gente se equivoca y se cae de un lado del caballo o del otro. Simplemente no es tan blanco y negro como a algunos les gustaría. Vivimos en una tensión en este ámbito. Considere el hermoso misterio de la Soberanía de Dios y la voluntad y responsabilidad que tiene el hombre. sus decretos y Sus medios para alcanzar el propósito previsto.

¿De quién es la misión?   Gallinero.

¿A quién ha mandado a cumplir la misión?   El pueblo de Dios.

¿Quién hace el llamado?   Dios.

¿De quién es la Palabra que predicamos y enseñamos?   Gallinero.

¿A quién eligió e inspiró para escribirlo y preservarlo? El pueblo de Dios.

¿Quién es el que predica y enseña?   El pueblo de Dios.

¿Quién perdona los pecados y salva?   Dios.

¿Quién está siendo salvo y a quién utiliza para proclamar el Evangelio?   El pueblo de Dios.

¿Quién abre la mente de las personas, iluminándolas para que comprendan las Escrituras? Dios es.

¿A quién utiliza para hacer esto?   El pueblo de Dios.

¿A quién pertenece el ganado en las mil colinas (y todo lo demás en el universo)?   A Dios.

¿Quién ora y quién provee?   El pueblo de Dios.

¿A quién le ha confiado recursos preciosos para que los utilice para su gloria?   El pueblo de Dios.

Al mismo tiempo, ¿quién está realmente proveyendo y respondiendo soberanamente oraciones individuales específicas de provisión para Su pueblo que está haciendo Su voluntad en Su misión? Dios es.

Podría seguir y seguir, pero espero que ya hayas entendido el punto. Sus planes se cumplirán y no podrán ser frustrados, de eso no hay duda. Pero Él también ha revelado y ordenado cómo debe hacerse. Y somos muy responsables de actuar según la voluntad de Dios en la obra de la iglesia. Él lo hará, y lo hará a través de Su pueblo. Pablo lo sabía. Pero muchos que se inclinan demasiado en cualquier dirección caen en el error y se vuelven desequilibrados, inconsistentes o, peor aún, antibíblicos.

Negar la verdadera responsabilidad que tenemos ante Él sería algo tonto y requeriría centrarse sistemáticamente en algunos textos particulares de las Escrituras, mientras que al mismo tiempo ignoramos muchos otros textos. O poner Escritura contra Escritura versus juntar las dos cosas. Sería similar a un error como decir: Dios proveerá para mí pero me niego a trabajar. O que Dios hará que crezca en conocimiento pero me niego a leer o estudiar.

Por las razones mencionadas anteriormente, hemos llegado a comprender que está bien pedir ayuda y dar a conocer nuestras necesidades y las de los demás. Simplemente decimos “estas son las necesidades, oren para ayudar”. Si el Señor pone en alguien el deseo de ayudar, ¡alabado sea el Señor! Tenemos ejemplos de ello en las Escrituras y simplemente lo aceptamos y vivimos en la tensión entre la Soberanía de Dios y la responsabilidad del hombre. No hay necesidad siquiera de intentar reconciliar los dos, vemos ambos en la Biblia y no se oponen entre sí de ninguna manera.

¿Por qué siquiera abordar esto? Siento la necesidad de explicar esto principalmente debido a los críticos, quienes están en una posición extrema y eligen no comunicar o compartir necesidades por convicción.

Desgraciadamente, los mismos suelen sufrir necesidades con mayor frecuencia e innecesariamente. Dios ha bendecido y dado el don específico de ayudar/dar a algunos. (1 Cor. 12:28) Personas que desean ver el Evangelio llevado a cabo y ayudar a los pobres y a los demás. Hay personas e iglesias en algún lugar, en este momento orando sobre a qué misión donar.

Podría testificar una y otra vez acerca de cómo el Señor en Su providencia traería a esas personas a través de nuestro camino a través de sus propias oraciones para buscar a quién ayudar, y al mismo tiempo respondería a nuestras oraciones específicas por provisión. ¡Muchos de los cuales nunca hemos conocido ni hemos tenido ningún contacto o relación previa! El Señor realmente ha provisto y respondido una cantidad innumerable de oraciones como estas. Y siempre lo hizo a través de su pueblo, ya sea una iglesia en su conjunto o a través de hermanos y hermanas individuales.

Dicho todo esto, estoy extremadamente agradecido a Dios y a nuestros compañeros de misión que oran y apoyan. Especialmente aquellos que lo han hecho fielmente a lo largo de los años. Sin sus oraciones y donaciones, simplemente no podríamos hacer lo que hacemos mientras lo hayamos hecho. Eso es un hecho. Gracias y Dios los bendiga.

Escrito y traducido por Antonio Salgado 

 

 

Ore por nuestros trabajadores de BCMS que sirven fielmente en lugares difíciles. Que el Evangelio siga saliendo, a Dios sea la gloria.

 

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EL MODELO BÍBLICO PARTE 1: LA MISIÓN REAL DE MISIONES

EL MODELO BÍBLICO PARTE 1: LA MISIÓN REAL DE MISIONES

La misión real de las “misiones”

¿Qué son las misiones? ¿Qué es el trabajo misionero?

Puede ser una especie de palabra de moda en los círculos cristianos. Misiones locales, misiones en el extranjero, “misioneros”, “viajes misioneros”, etc. Yo, por mi parte, soy alguien a quien le gusta definir los términos a la hora de entrar a explicar las cosas, cualquier cosa. Vivimos en un mundo con tanta información que las aguas ciertamente se han enturbiado.

Esto hace que la comunicación en un mundo posmoderno sea difícil y no rentable a veces, de hecho muchas veces. Debe haber una comprensión clara de lo que queremos decir con el uso de una palabra determinada, pero alguien más puede usar la MISMA palabra, pero significar algo más con ella. Entonces, definamos los términos desde el principio mientras pensamos en el tema de las “misiones”.

¿Qué es exactamente “la misión” o qué son las “misiones”?

Cuando pensamos en el Nuevo Testamento, ¿de quién hablamos más o en quién pensamos primero cuando pensamos en las misiones? ¿Quién es el primero que te viene a la mente? ¿Es Pedro, Santiago o Juan? Quizás, pero debo decir que probablemente no. La mayoría de la gente pensaría automáticamente. Pablo por supuesto. ¿Por qué es esto?

Sabemos que a Pablo se le recuerda más como “el misionero” porque hay mucho en el Nuevo Testamento sobre sus viajes misioneros. Pero es importante que recordemos que él también fue el Apóstol de los gentiles. Los otros Apóstoles prácticamente se quedaron ministrando a los judíos, su mismo grupo étnico. Mientras Pablo salía a los gentiles, a gente diferente a él, en lugares lejos de su propia casa, a lugares donde la gente parecía diferente, hablaba diferentes idiomas y creía cosas diferentes. Tenían una cosmovisión y una cultura diferentes.

Los otros Apóstoles prácticamente se quedaron con personas que eran como ellos, creían las mismas cosas, compartían la misma cultura y el mismo idioma. Tenemos que admitir que definitivamente hay un elemento diferente en la misión de Pablo a los gentiles, en comparación con la forma en que se predicó el Evangelio a los judíos en Jerusalén. Pablo cruza líneas culturales con el Evangelio. Fue a la “ethnos”, fue a las naciones, a otros pueblos que no eran como él.

En lo que se conoce como la Gran Comisión encontrada en Mateo 28:18 – 20, Jesús dice lo siguiente:

“Jesús se acercó y les dijo: “Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las naciones (ethnos), bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y recordad que yo estaré con vosotros siempre, hasta el fin del mundo”.

Id, pues, y haced discípulos de todos los ἔθνος…
Palabra original: ἔθνος
Transliteración: etnos
Ortografía fonética: (eth’-nos)
Definición: una raza, una nación, las naciones.
Esta palabra puede significar: una raza, pueblo, nación; las naciones, gentiles (no judíos).

La Gran Comisión, en este texto, es la “misión” a la que nosotros como cristianos nos referimos cuando hablamos de “misiones”. Pero a la luz del claro mandato de Cristo aquí, ¿estamos usando este término correctamente? Muchas veces pienso que no es así. Debo decir, en primer lugar, que creo que la mayoría de las personas tienen las mejores intenciones y ciertamente elogio su voluntad de servir. Allí no hay nada más que amor y respeto por ellos.

Pero la misión es literalmente llevar el Evangelio y hacer discípulos de personas de otras naciones. La nuestra también, por supuesto, pero no sólo la nuestra. No creo que las Escrituras nos den el lujo de un enfoque de “esto o lo otro” cuando se trata de misiones. Cada iglesia local debe esforzarse por participar en la proclamación del Evangelio en casa y en el extranjero. Ya sea yendo, enviando, apoyando, orando, lo que sea. Pero involucrados y comprometidos, tanto en el ministerio local como en las misiones extranjeras, lo mejor que puedan. Entendiendo que Aquel que tiene toda autoridad en el cielo y en la tierra no estaba simplemente dando una sugerencia. ¡No fue la súplica de un mendigo, sino la orden de un Rey a su pueblo!

En las misiones extranjeras, el llamado es alcanzar y hacer seguidores de Cristo de personas que no son como nosotros. Cruzando fronteras geográficas, etnolingüísticas y culturales. Se podría decir que lo que muchos llaman “misiones locales” en realidad es evangelismo, y/o algún otro tipo de ministerio. Pero según el mandato, las misiones reales serían evangelismo y discipulado en un contexto cultural diferente al suyo.

Esa definición ciertamente podría ampliarse, pero por ahora digamos que, como mínimo, las misiones, como vemos en las Escrituras, están cruzando barreras culturales con el Evangelio. Es posible que algunos no lo consideren significativo. Pero yo diría que es muy importante que hagamos esa distinción. Debemos definir los términos.

Digo esto sólo porque cuando usamos términos como misiones locales, nos referimos a actividades que no son realmente misionales. En realidad, sólo estamos haciendo “misiones locales” si cruzamos esas barreras culturales en su propia área o ciudad natal. Si estás en una iglesia o comunidad predominantemente blanca y estás llegando a poblaciones cercanas de hispanos, indios, asiáticos, etc., consideraría que en realidad estás haciendo “misiones locales”. Pero cualquier otra cosa… es, bueno, otra cosa.

Puede que sea benevolencia…. bien. Debemos mostrar misericordia y ayudar a los necesitados, como a nosotros mismos se nos ha mostrado misericordia.

Puede que sea evangelismo…..absolutamente esencial. Debemos predicar el Evangelio en todas partes. Pero esto suele ocurrir de forma más natural donde vivimos y en los alrededores con personas que participan en nuestra vida diaria.

Ayuda en casos de desastre… amén. Deberíamos acudir al rescate de los necesitados y los que sufren. Esto no sólo es lo correcto, sino que también nos abre a nuevas oportunidades para compartir el Evangelio con personas que no están en nuestro círculo inmediato de influencia y que necesitan esperanza.
.
De ninguna manera estoy tratando de restar importancia a estos ministerios y actos importantes de servicio cristiano. Pero esto no son misiones locales, es otro tipo de ministerio local bueno y necesario.

Si no hacemos esta distinción, podemos fracasar al menos en esta área de nuestro llamado como cristianos. Porque si llamamos misión a algo que no es misión, PENSAREMOS que estamos haciendo lo que somos llamados a hacer, cuando en realidad solo estamos haciendo parte de lo que deberíamos hacer (nos mandaron hacer). ¿Por qué? Porque lo hemos estado llamando de otra manera que realmente no es. Por eso es tan importante aquí definir los términos.

Estamos llamados a evangelizar la comunidad circundante. Pero la iglesia también es llamada a las naciones (ethos). Podemos hacerlo equipándonos o yendo nosotros mismos. Podemos hacerlo mediante el envío y eso significa compromiso, financiación y comunicación. Pero cuando la iglesia hace eso, y una persona lleva el evangelio a través de líneas culturales, con el propósito de hacer discípulos… entonces la iglesia ha participado en “misiones” en el sentido más bíblico.

Lo que sí sabemos es que la obra misionera es definitivamente la obra de la iglesia local, es la voluntad de Dios, y es la manera en que Dios ha ordenado llamar a personas de cada tribu, lengua y nación hacia Él mientras engrandece Su nombre. entre las naciones! Dios está llamando a un pueblo hacia sí mismo, Cristo está edificando su iglesia, preparando a su novia y nos ha invitado a esta obra. Todos los que invocan el nombre de Cristo. ¡Qué honor es servir a nuestro Rey de esta manera! Qué bondad, traer a antiguos rebeldes a su familia como hijos e hijas, permitirnos servirle en esta santa obra. Entendámoslo no como un sacrificio, sino como un privilegio.

Esta idea de misiones en el extranjero también necesita un sistema de apoyo. Una asociación importante entre la iglesia local (y otras iglesias de apoyo), el misionero y el “Epafrodito”. Ese compañero soldado y trabajador, ese mensajero y ministro para las necesidades del misionero.

Explicaré algo de cómo se ve esa asociación en otro artículo usando un ejemplo del libro de Filipenses.

Escrito por Antonio Salgado 

“Doy gracias a mi Dios por cada recuerdo de vosotros, orando siempre con gozo por todos vosotros en cada una de mis oraciones, por vuestra participación en el evangelio desde el primer día hasta ahora”. – Filipenses 1:3-5

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BCMS UPDATE FROM THE MISSION FIELD (MARACAY, VENEZUELA)

 Update and Praise Report: From Rafael Rodriguez serving in Maracay, Venezuela

Do you remember Irma and Marcelina?

On several occasions in the past, we have shared updates on Rafael’s home visits. Week by week he follows up with  several people in vulnerable situations, taking them food packages, sharing the  Gospel and doing Bible studies with them. Here is a recent report from Rafael on two of those homes he frequently visits.

 

Irma and Her Son

Irma studying the book of John with Rafael with son Jorge at her side.

We’ve continued to visit Irma, a Peruvian woman who lives in Venezuela, and her son, Jorge, who faces significant challenges, including cerebral palsy, epilepsy, and sleep disorders. Irma has shown a remarkable commitment to her faith since she first learned about Christ. She has been diligently studying the Bible and has recently begun attending church.

Please pray for her son Jorge. We remain hopeful that he will one day encounter the love and grace of God in a way that resonates with him. We continue to pray for opportunities to share the gospel with him in ways that are meaningful and accessible.

Marcelina and Her Son

Marcelina studying the Scriptures with Rafael.

Marcelina and her son, Edgardo, have made significant strides in their spiritual walk. They have been faithful in participating in Bible studies. Marcelina has shown a deep passion for learning more about the Gospel and also has begun attending church.

Edgardo, who is Marcelina’s primary caregiver, has also been attending church with her. His presence is a testament to Marcelina’s unwavering faith and her commitment to involving her son on her spiritual journey.

 

Rafael’s dedication to Irma and Marcelina has been instrumental in their coming to Christ and spiritual growth. For months, he has consistently visited them, even sending others when he was unable to go himself, to ensure they received ongoing support and encouragement.

He also is also leading a weekly discipleship with Irma and Marcelina, guiding them through the book of John chapter by chapter. This has been a valuable opportunity for them to deepen their understanding of the Gospel and their relationship with Christ. The fact that both women are now in church and professing Christ is a powerful testimony to the transformative power of the Gospel of Jesus Christ.

We are grateful for the opportunity to have walked alongside Irma and Marcelina on their spiritual journeys. Their stories are a testimony to the love and grace of God. Please continue to pray for both Irma and Marcelina, as well as their sons.

We would also like to express our gratitude to those who have supported this ministry through their prayers and donations. Your generosity has made it possible for us to continue serving those in need and proclaiming the Gospel of Jesus Christ.

Irma on the right, now gathering with the saints in the local church.

By partnering with this ministry, you are supporting men who are boldly proclaiming the Gospel in some difficult places,  and demonstrating God’s love in tangible ways through compassionate service to the vulnerable. Please also pray for the church plants we are working towards among some vulnerable populations.

Our mission is to fulfill the Great Commission by equipping nationals, making disciples, and collaborating with local partners to plant and strengthen Christ-centered churches in the Dominican Republic, Haiti, and Venezuela for the glory of God. But we also believe in showing compassion through works alongside evangelism and discipleship, meeting practical needs as a tangible expression of God’s love. This principle emphasizes showing compassion and love towards the people encountered in mission work, prioritizing their spiritual needs, and meeting physical needs when appropriate, possible and unharmful to a persons’ growth, never hindering an individuals’ ability to work and provide for themselves. 

Marcelina arriving to church with son Edgardo.

We believe that the work being done with Irma, Marcelina, and their families is a powerful example of the transformative power of the Gospel. By consistently praying for them, teaching the Word of God, by providing practical support, the Lord has used Rafael to bring them to the feet of Christ. Praise be to God.

We encourage you to consider supporting this ministry, as we seek to glorify God through the faithful preaching of the Gospel and intentional discipleship by the BCMS team. For us, it is an honor and privilege to serve the Lord in this way.

Soli Deo Gloria

In Christ,

Antonio Salgado serving in the Dominican Republic

Excerpts of reports by BCMS worker Rafael Rodriguez serving in Maracay, Venezuela

 

“I give thanks to my God for every remembrance of you, always praying with joy for all of you in my every prayer,  because of your partnership in the gospel from the first day until now.” – Philippians 1:3-5

Please pray for our BCMS workers serving faithfully in hard places. May the Gospel continue to go forth, to God be the glory.

If the Lord so lies on your heart to give back to Him by supporting this ministry, you can easily donate online through PayPal. Click the donate button below to send support of any amount directly to the ministry. This is the fastest option to get funds to the mission field.

 

 

 

 

Also,

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The ministry of (CMC) serves hundreds of missionaries, but they ONLY receive the funds for us and in no way have control over how the funds are to be spent or what we are to do as a ministry, which gives room to be sensitive to the Spirit’s leading and the liberty in making needed adjustments.

You may begin sending your support to the BCMS (Antonio Salgado) at any time at the address above. (Checks should be made payable to Central Missionary Clearinghouse or C.M.C.)

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BCMS UPDATE FROM THE MISSION FIELD

 

LAGUNA PRIETA

Laguna Prieta is a community that is part of Puñal, which is on the outskirts of Santiago De Los Caballeros. We have been consistently visiting, doing evangelism and holding bible studies there for a few months now. Pastor Job and I go there every Thursday night and spend on average 2-4 hours a night. Sometimes there is another visit during the week for an individual follow up or to help someone with a need. The group consists of people of Haitian nationality who live in a very vulnerable situation here in the Dominican Republic. They are very kind to us and have accepted us well. They like that I can talk with them in their language, (although not perfectly), and have visited parts of their country. Places where some of them are from.

Usually we meet in the open air, sometimes inside of a home. There is usually a lot of mud and mosquitoes, sometimes there is no electricity. We set up plastic chairs and a table we purchased for this location when we realized the people were coming consistently. We also stay afterwards for a time of snacks and fellowship. That’s the time when we really get to know everyone. 

Last night in Laguna Prieta was wonderful. One lady we met last week (Michelina), came last night and brought her friend, her husband and their children with her. Three new men attended. By the end we had almost 30 people gathered, most of them stayed the entire time. Pastor Job and I pretty excited about what the Lord is doing in this group of people who are quickly becoming beloved to us. When we arrived, we shared the Gospel with a couple of people near where we meet. We also had a chance to talk one on one with a couple of new believers.

After the study, there were many questions and comments from the group. We went on almost a half hour more just to dedicate enough time to that. We asked them to write down their questions during the week so we can answer them on our next visits.

There is even one man, who was somewhat of a scoffer at the beginning, but has become curious and has ended up attending. Although sometimes coming and going, but for the last two weeks in a row he has been present. He is dropping his guard and talking to us now. He even stayed after the study to join us for snacks both times. Praise the Lord!

Something seems to be happening, time will truly tell. May the Lord do a mighty work for His glory in the hearts and lives of many in Laguna Prieta. That they may know Christ, and make Christ known!

Pray.

Soli Deo Gloria

 

“Therefore, whatever you want others to do for you, do also the same for them, for this is the Law and the Prophets.” – Matthew 7:12

 

 

In Christ,

Antonio Salgado

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THE BIBLICAL MODEL PART 8: THE MESSAGE OF MISSIONS, WHAT IS THE GOSPEL? 2

What is the Gospel? (Pt. 2)

How to Share the Gospel with both unbelievers and believers

Illustration: Did you know that many times when a baby is born it is not breathing? And the doctor or someone has to spank the baby to make it cry out and take its first breath. This first breath of life…is it the one and only breath the baby will ever need? Or is it the first of many?

 

The first of many, of course! Now, I think we can compare the believing of the gospel of Jesus Christ to a baby’s first breath, and subsequent breaths as well. When a person hears the gospel, and the Spirit of God regenerates that person, giving new birth, making them born again, the very first thing they do is believe and repent. Spiritually speaking, believing and repenting are like a baby’s first breath. But just as a baby doesn’t then stop breathing, but needs to continue to breath to live, so a new believer doesn’t stop needing the gospel upon being saved. They continue to live spiritually by the life-giving breath of the gospel every moment of their lives. It is gospel-truth that both saves and sustains a child of God. In other words, it is the gospel that both justifies a believer at the moment of salvation and progressively sanctifies that same believer as he/she matures in the faith.

 

Romans 1:16 tells us, “The gospel is the power of God for salvation to everyone who believes.” So the gospel message saves when one repents and believes it. The gospel is for the unbeliever. It is for those who have not believed on Jesus Christ and confessed Him as Lord. I think we all know this.

 

But one verse prior in Romans 1:15, Paul writing in his introduction to the church in Rome, said, “I am eager to preach the gospel to you also who are in Rome.” Paul was trying to make it to Rome to visit the church so he could preach the gospel to them, to the church, to those who were already believers.

 

Do we know that the gospel is for the believer as well? We naturally think of the gospel being for the unbeliever. We think of sharing the gospel as we evangelize the lost. But not many of us think of sharing the gospel with the church, with those who are already Christians. Paul, did though.

 

Need: Paul knew that the church (believers) still needs the gospel. They need it every day, every hour. Until they die or Christ returns. And we all know the unbeliever needs the gospel, or they will die in their sins and spend eternity in hell.

 

Now, if this is true, if unbelievers and believers alike both need the gospel, we need to know how to share it and speak gospel- truth into the unbeliever’s life and into the believer’s life. Sharing the gospel with unbelievers is the responsibility of every member in the church. Every child of God is called to share the gospel with unbelievers, and so we need to know how. Sharing gospel- truths to believers pertains to all of us as well. There will be times in each of our lives that a brother or a sister in the faith needs encouragement, counseling, admonishment. We need to know how to apply the gospel to their situations. But the pastors and teachers of a church especially need to know how to preach the gospel to the their church members, as Paul intended to do at Rome, because they have the given responsibility to teach the Word of God to the gathered church every Sunday and other meeting times. Pastor, how should you preach the gospel in your Sunday morning sermons (and other teaching times)?

 

Theme: Tonight we will talk about the gospel being for all, for the unbeliever as well as for the believer. And we will talk about how to share the gospel with an unbeliever, as well as how to share the gospel to believers in the church.

 

Outline: So, the two headings of our discussion: How to Share the Gospel with Unbelievers; and How to Share the Gospel with Believers

 

How to Share the Gospel with Unbelievers

So first, how to share the gospel with unbelievers. Let us turn to the Word of God for guidance. One of the reasons I love the book of Acts is because it shows us how the early church did church. How they planted churches, how the did missions, how they evangelized, how the local church operated, how they appointed deacons to help the elders and apostles, how they fellowshipped and interacted. It really is an instructive book.

 

Well, we are going to look at a particular occasion in Acts 17 where Paul shared the gospel to unbelievers in Athens, Greece, and learn from the apostle how to share the gospel to unbelievers. These men of Athens were in many ways like people we encounter. They were not Jews, who knew the OT. They had no prior knowledge of the God of the Bible. Whether you be in Venezuela, or Haiti, or the D.R. or the USA, we are mostly sharing the truths of Who Jesus is and What Jesus has done to those not having a lot of knowledge of the Bible. Some have superficial knowledge, but most have very little understanding, and so it is instructive to see how Paul did it when talking to people who were not Jews.

In his book, What is the Gospel?, Greg Gilbert explains the gospel in four easy to remember steps. This book has been translated into Spanish so it would be worth reading. Here are the four steps: 1) God; 2) Man; 3) Jesus; 4) Response. I have found this very helpful over the years.

Now, I would contend with Gilbert that it would be more accurate to label his book: The Message of Salvation or something like that, rather than, “What is the Gospel?”

Why do I say that? Well, because last time we met I explained what the gospel is. It is the person and works of Jesus Christ. So, the gospel is contained within Gilbert’s four steps, mostly the third and fourth, but speaking of God’s holiness, His wrath, man’s sin…things like this in Gilbert’s first two steps are actually bad news. They are not the gospel, which is good news, but they are still very important to explain the gospel. They set the stage. For their to be good news, there must first be bad news. So what Gilbert is really doing in my opinion in his four steps is explaining the plan of salvation and the gospel is within that plan but is not the whole of it.

Hopefully that was clear. So, first, we need to explain God. Consider His attributes. He is holy, He is loving. As He told Moses when He passed in front of Him and hid Moses in the rock in Exodus 33 and 34, He is merciful and gracious (34:6) but He is also a righteous judge (34:7).

That would naturally lead us into talking about man. Man was made in God’s image but has fallen. He has rebelled against God. Romans 1 teaches us we are God-haters (v30). Romans 3 teaches us none is righteous (v10), none seeks for God (v11). All have sinned and fallen short of the glory of God (v23). Some people use the 10 commandments at this point to demonstrate man’s sinfulness.

So, as I’ve been saying. This is bad news. God is good. God is righteous. That’s good news right. Not for sinners! That is the most terrible news they could hear. He will pour out His wrath on them, judge them. Send them to hell. And there is nothing we can do to earn God’s favor. This is hopelessness. This is not good news.

But the gospel is good news! And this begins with the third step in Gilbert’s plan of salvation. Jesus. As I said last time. Here, we explain the person and the works of Jesus. Here is the essence of the gospel. There is hope because of Jesus.

And then fourth and finally, our response. We must believe the gospel of Jesus. We must also repent and submit to Jesus as Lord. Faith and Repentance are the conditions of salvation. They are the required responses to the gospel.

So, there is how I suggest explaining the gospel to an unbeliever. Now, I mentioned Acts 17. Let’s turn to Acts 17:22-31. Let’s read v22-25. Here we see Paul preach God. He informs these Pagans about the One True Living God. Then, in v26 Paul begins to speak about mankind. V27 says they were to seek God. The implication is that they did not. V29 says they developed wrong thoughts about God. They became idolaters instead of worshipping God. V30 returns to God, saying He was long-suffering, but He is now commanding men to repent or else He will judge the world in righteousness (v31). Paul mentions the response the people must have to the gospel (v30). What is that response? Repentance. He then quickly preaches the gospel in v31. God will judge the people through Jesus, but not if they repent and turn to Him who raised from the dead. Now, I’m sure Paul also preached the crucifixion of Jesus. This is a summary of Paul’s sermon, not every word of it. A resurrection of Jesus, which Paul clearly did preach would not make much sense without the prior death of Jesus being stated.

So, the order at the end is a bit off, but we clearly see the four steps of explaining the gospel to unbelievers that Gilbert stresses. God, man, Jesus, response. Do you have to explain the gospel this way to an unbeliever? I’d say there are other ways, but this is a helpful guide. And remember last time’s lesson. Remember to stress the person and the works of Jesus (Who He is and what he has done for sinners).

Transition: Well, let us turn our attention to sharing the gospel with the church, with believers. And as I said, this is not only for pastors, but pastors and teachers are my primary audience at this point. And the Sunday morning sermon is the primary setting I have in mind.

How to Share the Gospel with Believers

Here is what I grew up hearing on Sunday morning. A sermon. And then a “gospel presentation” at the end. It sounded the same every week. It was the plan of salvation. It was for the unbelievers in the room, not the believer. Furthermore, it was unrelated to the sermon. It had nothing to do with what the preacher just preached to the believers. And there is the problem. What that type of preaching does—when a preacher preaches a message to believers, then tacks on the gospel at the end for the unbelievers—is teaching the church that the gospel is not for them, that it is unrelated to the believer. It teaches them that the gospel is for initial salvation, but then the believer must move on to more deep and mature things.

If you are doing this, you are crippling your church. Listen to CJ Mahoney’s words,

“The gospel isn’t one class among many that you’ll attend during your life as a Christian – the gospel is the whole building that all the classes take place in! Rightly approached, all the topics you’ll study and focus on as a believer will be offered to you ‘within the walls’ of the glorious gospel.”

We never move past the gospel! We believers need it every hour. It is our initial breath of new life, it is every breath thereafter.

But how then do we preach the gospel to those who have already believed it? Is it going through Gilbert’s God, man, Jesus, response method over and over with them, each Sunday? I don’t think so. I think two reminders will help us when preparing our teachings. First, Don’t forget Christ. Second, Don’t forget the text.

Don’t Forget Christ

So, first, don’t forget Christ. That may sound obvious but I am amazed at how many sermons I hear that are Christless! Not only in the OT, but in the NT as well. And this very big problem seems to be nothing new. Charles Spurgeon, almost 150 years ago noticed this problem. Listen to what he said, “A sermon without Christ in it is like a loaf of bread without any flour in it. No Christ in your sermon sir? Then go home, and never preach again until you have something worth preaching.” Very stern words that should make us reflect upon our preaching.

Now, by mentioning we must preach “Christ” in our sermons, what I’m really meaning is we must preach the gospel of Jesus Christ in our sermons. Who Jesus is and what He has done. It is essential that the gospel is woven into each and every sermon, perhaps multiple times. Even if we are preaching through the genealogies in Genesis. We must do this because Jesus, Himself, said in Luke 24:25-27 that all the Scriptures are about Him, and more specifically about His death and resurrection. In this passage Jesus rebuked two disciples on the road to Emaus following His resurrection for not understanding that the Christ must die and rise again. Then he preached to them. V27 says, “And beginning at Moses and all the Prophets, He expounded to them in all the Scriptures the things concerning Himself.” Oh what a sermon that must have been!

Did you notice that word, “expounded”? That’s where we get out word “exposition” from. Jesus was an expository preacher! So,

the number one rule of proper exposition is that we must preach Christ. We must be gospel-centered.

In every sermon a preacher is exhorting, rebuking, challenging, calling for a response, calling for a person to be conformed into the image of Christ, to repent, to abound more in doing good, to look to Christ. He reveals to us from the text where we fall short due to our flesh and due to our fallen state. He beats us up a little, but he always ends on a high note.

There is no condemnation for those who are in Christ Jesus! God forgives us in Christ, He redeems us. This is the gospel. Furthermore, Jesus is our strength, our faithful high priest who can relate to our weakness, and Who is able to help us. The preacher offers hope through Christ and the gospel to the weary believer as he sojourns this fallen world. He urges us to keep our eyes on Christ, to endure until the end. He reminds us of our inheritance waiting for us, and encourages us us not to grow weary in doing well, lest we faint before we reap.

This is the aim of the preacher. The aim of the preacher is not life lessons, not to give a “how-to manual” on prayer, marriage, whatever. There are times and places for that but they should not be the main diet for the church. Going through books of the Bible should be and pointing people to Christ and the gospel throughout the text.

Remember the Text

That brings us to our second reminder: Remember the text. Remember Christ and the gospel, remember the text! Our text is not a spring board. We don’t just read it, and jump off it into the gospel without the gospel being related to that text. This is very important. 

The text at hand is inspired, it was written to a specific people for a specific purpose and it is the expositor’s task to take this text and then teach us how it relates to us. How does the main point of the text to its original audience relate to us 21st century believers?

And here is the point I’m trying to make. We must never leave the text behind when going to the gospel. If we do, even if we have good, God-honoring intentions to preach Christ, we are in fact watering the gospel down, because we are suggesting the text does not relate to the gospel. We must preach the gospel from the exegesis of the text. The gospel is in your text, brother. Because every text in some way is centered around the gospel of Jesus Christ—around Who He is and what He has done, and how we need Him. Remember, even from the OT, Jesus preached His person and works from Moses and from the prophets. See, He was text-centered, while being gospel- centered.

There’s a lot more to be said on this, but time does not permit. Maybe we can have future times together on this. The second part of this teaching was just an overview. In the meantime, I think it is helpful to have your sermons critiqued. You have to have thick skin, but it will help you learn to preach better. Hopefully this teaching will start some conversations on the matter. 

 

 

 

Outline for “What is the Gospel? (Pt. 2) The Gospel for all “

How to Share the Gospel with both unbelievers and believers

Introduction

  • The importance of the gospel:
  • The gospel as the first spiritual breath.
  • The gospel as daily nourishment for the believer.
  • The need for the gospel for unbelievers and believers.

 

The purpose of the teaching:

  • Explain how to share the gospel with both groups.
  • Emphasize the importance of preaching Christ in all sermons.

 

Part 1: Sharing the Gospel with Unbelievers

Paul’s model in Athens (Acts 17):

  • Present God as the one true living God.
  • Talk about humanity and its sin.
  • Announce Jesus as the hope.
  • Call to repentance and faith.

 

Greg Gilbert’s four steps:

  • God: His holiness, love, and justice.
  • Man: The fall and sin.
  • Jesus: The person and work of Christ.
  • Response: Faith and repentance.

 

Practical application:

  • Adapt these steps to different cultural contexts.
  • Emphasize the importance of clarity and simplicity.

 

Part 2: Sharing the Gospel with Believers

The problem of decontextualized evangelism:

  • Separating the gospel from the sermon.
  • Teaching the church that the gospel is only for unbelievers.

 

The importance of preaching Christ in all sermons:

  • Quotes from Spurgeon and Jesus.
  • The gospel as the central theme of all Scripture.

 

How to integrate the gospel into preaching:

  • Keep Christ in mind in every sermon.
  • Relate the biblical text to the gospel.
  • Offer hope and encouragement to believers.

 

The role of the pastor:

  • Be a model of dependence on the gospel.
  • Equip the church to share the gospel.

 

Conclusion

Summary of key points:

  • The importance of sharing the gospel with everyone.
  • The need to focus on Christ in all preaching.
  • The practical application of these principles.
  • Call to action:
  • Exhort listeners to apply these principles in their own lives.
  • Encourage pastors to preach the gospel comprehensively.

 

Note: This outline provides a comprehensive overview of the main points discussed in the text. It can be used as a starting point for further development or as a guide for creating a sermon or teaching on the subject.

 

Additional notes:

 

  • The outline could be further developed by adding more specific examples from the text or by exploring additional biblical passages.
  • The focus on the pastor is intentional, as the text is primarily addressed to pastors and teachers. However, the principles can be applied to all believers.
  • Cultural adaptations may be necessary when applying these principles to different contexts.

 

Written by Jared Duncan

Edited by Antonio Salgado

Soli Deo Gloria

 

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EL MODELO BIBLICO PARTE 8: EL MENSAJE DE LAS MISIONES ¿QUÉ ES EL EVANGELIO? 2

¿Qué Es El Evangelio? (Parte 2)

Cómo Compartir El Evangelio Tanto Con Creyentes Como Con Incrédulos

 

Ilustración: ¿Sabías que muchas veces cuando nace un bebé no respira? Y el médico o alguien tiene que darle una palmada al bebé para hacerlo llorar y respirar por primera vez. Este primer aliento de vida… ¿es el único aliento que el bebé necesitará? ¿O es el primero de muchos?

¡El primero de muchos, por supuesto! Ahora, creo que podemos comparar la creencia en el evangelio de Jesucristo con el primer aliento de un bebé, y también con los posteriores. Cuando una persona escucha el evangelio, y el Espíritu de Dios la regenera, dándole nuevo nacimiento, haciéndola nacer de nuevo, lo primero que hace es creer y arrepentirse. Espiritualmente hablando, creer y arrepentirse son como el primer aliento de un bebé. Pero así como un bebé no deja de respirar, sino que necesita seguir respirando para vivir, así un nuevo creyente no deja de necesitar el evangelio al ser salvo. Continúan viviendo espiritualmente por el aliento vivificante del evangelio en cada momento de sus vidas. Es la verdad del evangelio la que salva y sostiene a un hijo de Dios. En otras palabras, es el evangelio que justifica al creyente en el momento de la salvación y santifica progresivamente a ese mismo creyente a medida que madura en la fe.

 

Romanos 1:16 nos dice, “El evangelio es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree”. Entonces el mensaje del evangelio salva cuando uno se arrepiente y cree en él. El evangelio es para los incrédulos. Es para aquellos que no han creído en Jesucristo y no lo han confesado como Señor. Creo que todos sabemos esto.

 

Pero un verso antes en Romanos 1:15 Pablo, al escribir su introducción a la iglesia en Roma, dijo: “Estoy ansioso por anunciaros el evangelio también a vosotros que estáis en Roma”. Pablo estaba tratando de llegar a Roma para visitar la iglesia y poder predicarles el evangelio a ellos, a la iglesia, a aquellos que ya eran creyentes.

 

¿Sabemos que el evangelio es también para el creyente? Naturalmente, pensamos que el evangelio es para los incrédulos. Pensamos en compartir el evangelio mientras evangelizamos a los perdidos. Pero no muchos de nosotros pensamos en compartir el evangelio con la iglesia, con aquellos que ya son cristianos. Paul, sin embargo, lo hizo.

 

Necesidad: Pablo sabía que la iglesia (los creyentes) todavía necesita el evangelio. Lo necesitan todos los días, cada hora. Hasta que mueran o Cristo regrese. Y todos sabemos que el incrédulo necesita el evangelio, o morirá en sus pecados y pasará la eternidad en el infierno.

 

Ahora bien, si esto es cierto, si tanto los incrédulos como los creyentes necesitan el evangelio, debemos saber cómo compartirlo y hablar la verdad del evangelio en la vida del incrédulo y en la vida del creyente. Compartir el evangelio con los incrédulos es responsabilidad de cada miembro de la iglesia. Cada hijo de Dios está llamado a compartir el evangelio con los incrédulos, y por eso necesitamos saber cómo hacerlo. Compartir las verdades del evangelio con los creyentes se refiere a todo de nosotros también. Habrá momentos en cada una de nuestras vidas en que un hermano o una hermana en la fe necesitará aliento, consejo y amonestación. Necesitamos saber cómo aplicar el evangelio a sus situaciones. Pero los pastores y maestros de una iglesia necesitan especialmente saber cómo predicar el evangelio a los miembros de su iglesia, como Pablo pretendía hacerlo en Roma, porque tienen la responsabilidad dada de enseñar la Palabra de Dios a la iglesia reunida cada domingo y otros horarios de reunión. Pastor, ¿cómo debería predicar el evangelio en sus sermones dominicales por la mañana (y otros momentos de enseñanza)?

 

Tema: Esta noche hablaremos de que el evangelio es para todos, tanto para los incrédulos como para los creyentes. Y hablaremos de cómo..

  • compartir el evangelio con un incrédulo, 
  • también cómo compartir el evangelio con los creyentes en la iglesia.

 

Describir: Entonces, los dos títulos de nuestra discusión: Cómo compartir el evangelio con los incrédulos; y cómo compartir el evangelio con los creyentes

Cómo compartir el evangelio con los incrédulos

Primero, cómo compartir el evangelio con los incrédulos. Busquemos guía en la Palabra de Dios. Una de las razones por las que amo el libro de los Hechos es porque nos muestra cómo la iglesia primitiva hacía iglesia. Cómo plantaron iglesias, cómo hicieron misiones, cómo evangelizaron, cómo operaba la iglesia local, cómo nombraron diáconos para ayudar a los ancianos y apóstoles, cómo tuvieron compañerismo e interactuaron. Realmente es un libro instructivo.

 

Bueno, vamos a ver una ocasión particular en Hechos 17 donde Pablo compartió el evangelio a los incrédulos en Atenas, Grecia, y aprende del apóstol cómo compartir el evangelio a los incrédulos. Estos hombres de Atenas se parecían en muchos aspectos a las personas que encontramos. No eran judíos que conocían el Antiguo Testamento. No tenían ningún conocimiento previo del Dios de la Biblia. Ya sea que esté en Venezuela, Haití o la R.D. En los EE. UU., principalmente compartimos las verdades de Quién es Jesús y Lo que Jesús ha hecho con aquellos que no tienen mucho conocimiento de la Biblia. Algunos tienen un conocimiento superficial, pero la mayoría tiene muy poca comprensión, por lo que es instructivo ver cómo lo hizo Pablo cuando hablaba con personas que no eran judías.

 

En su libro ¿Qué es el evangelio?, Greg Gilbert explica el evangelio en cuatro pasos fáciles de recordar. Este libro ha sido traducido al español por lo que valdría la pena leerlo. Aquí están los cuatro pasos: 1) Dios; 2) Hombre; 3) Jesús; 4) Respuesta. Esto me ha resultado muy útil a lo largo de los años.

 

Ahora, yo diría con Gilbert que sería más exacto etiquetar su libro: El Mensaje de Salvación o algo así, en lugar de “¿Qué es el Evangelio?”

 

¿Por qué digo eso? Bueno, porque la última vez que nos vimos le expliqué qué es el evangelio. Es la persona y obras de Jesucristo. Entonces, el evangelio está contenido dentro de los cuatro pasos de Gilbert, principalmente el tercero y el cuarto, pero hablar de la santidad de Dios, Su ira, el pecado del hombre… cosas como esta en los primeros dos pasos de Gilbert son en realidad malas noticias. No son el evangelio, lo cual es una buena noticia, pero aún así son muy importantes para explicar el evangelio. Ellos prepararon el escenario. Para que sean buenas noticias, primero debe haber malas noticias. Entonces, en mi opinión, lo que Gilbert realmente está haciendo en sus cuatro pasos es explicar el plan de salvación y el evangelio está dentro de ese plan, pero no es la totalidad.

 

Ojalá eso haya quedado claro. Entonces, primero debemos explicar Dios. Considere sus atributos. Él es santo, es amoroso. Como le dijo a Moisés cuando pasó frente a Él y lo escondió en la roca en Éxodo 33 y 34, Él es misericordioso y misericordioso (34:6), pero también es un juez justo (34:7).

 

Naturalmente, eso nos llevaría a hablar de hombre. El hombre fue hecho a imagen de Dios, pero ha caído. Se ha rebelado contra Dios. Romanos 1 nos enseña que odiamos a Dios (v30). Romanos 3 nos enseña que nadie es justo (v10), nadie busca a Dios (v11). Todos han pecado y están destituidos de la gloria de Dios (v23). Algunas personas usan los 10 mandamientos en este punto para demostrar la pecaminosidad del hombre.

 

Entonces, como he estado diciendo. Éstas son malas noticias. Dios es bueno. Dios es justo. Esas son buenas noticias, ¿verdad? ¡No para los pecadores! Esa es la noticia más terrible que pudieron escuchar. Él derramará sobre ellos su ira y los juzgará. Mándalos al infierno. Y no hay nada que podamos hacer para ganarnos el favor de Dios. Esto es nos quita la esperanza. Ésta no es una buena noticia.

 

¡Pero el evangelio si es una buena noticia! Y esto comienza con el tercer paso en el plan de salvación de Gilbert. Jesús. Como dije la última vez. Aquí explicamos la persona y las obras de Jesús. Aquí está la esencia del evangelio. Hay esperanza gracias a Jesús.

 

Y luego cuarto y último, nuestra respuesta. Debemos creer el evangelio de Jesús. También debemos arrepentirnos y someternos a Jesús como Señor. La fe y el arrepentimiento son las condiciones de la salvación. Son las respuestas requeridas al evangelio.

 

Entonces, así es como sugiero explicar el evangelio a un incrédulo. Ahora, mencioné Hechos 17. Pasemos a Hechos 17:22-31. Leamos Leer v22-25. Aquí vemos a Pablo predicar a Dios. Él informa a estos paganos acerca del Único Dios Vivo Verdadero. Luego, en el v26 Pablo comienza a hablar de la humanidad. El V27 dice que debían buscar a Dios. La implicación es que no lo hicieron. V29 dice que desarrollaron pensamientos erróneos acerca de Dios. Se convirtieron en idólatras en lugar de adorar a Dios. El v30 regresa a Dios, diciendo que fue muy sufrido (paciente), pero que ahora está ordenando a los hombres que se arrepientan o, de lo contrario, juzgará al mundo con justicia (v31). Pablo menciona la respuesta que debe tener el pueblo al evangelio (v30). ¿Cuál es esa respuesta? Arrepentimiento. Luego rápidamente predica el evangelio en el v31. Dios juzgará al pueblo a través de Jesús, pero no si se arrepienten y se vuelven a Aquel que resucitó de entre los muertos. Ahora, estoy seguro de que Pablo también predicó la crucifixión de Jesús. Este es un resumen del sermón de Pablo, no cada palabra. Una resurrección de Jesús, que Pablo claramente predicó, no tendría mucho sentido sin que se indique la muerte previa de Jesús.

 

Entonces, el orden al final está un poco fuera de lugar, pero vemos claramente los cuatro pasos para explicar el evangelio a los incrédulos que Gilbert enfatiza. Dios, hombre, Jesús, respuesta. ¿Tienes que explicar el evangelio de esta manera a un incrédulo? Yo diría que hay otras formas, pero esta es una guía útil. Y recuerda la lección de la última vez. Recuerde enfatizar la persona y las obras de Jesús (quién es y qué ha hecho por los pecadores).

 

Transición: Bueno, dirijamos nuestra atención a compartir el evangelio con la iglesia, con los creyentes. Y como dije, esto no es solo para pastores, sino que los pastores y maestros son mi audiencia principal en este momento. Y el sermón del domingo por la mañana es el escenario principal que tengo en mente.

 

Cómo compartir el evangelio con los creyentes

Esto es lo que crecí escuchando los domingos por la mañana. Un sermón. Y al final una “presentación del evangelio”. Sonaba igual todas las semanas. Era el plan de salvación. Era para los incrédulos en la sala, no para el creyente. Además, no tenía relación con el sermón. No tuvo nada que ver con lo que el predicador acaba de predicar a los creyentes. Y ahí está el problema. Lo que hace ese tipo de predicación (cuando un predicador predica un mensaje a los creyentes y luego añade el evangelio al final para los incrédulos) es enseñar a la iglesia que el evangelio no es para ellos, que no tiene relación con el creyente. Les enseña que el evangelio es para la salvación inicial, pero luego el creyente debe pasar a cosas más profundas y maduras.

 

Si haces esto, estás paralizando a tu iglesia. Escuche las palabras de CJ Mahaney: “El evangelio no es una clase entre muchas a las que asistirás durante tu vida como cristiano: ¡el evangelio es el edificio completo en el que se llevan a cabo todas las clases! Si se abordan correctamente, todos los temas que estudiará y en los que se concentrará como creyente se le ofrecerán “dentro de los muros” del glorioso evangelio”. ¡Nunca pasamos del evangelio! Los creyentes lo necesitamos cada hora. Es nuestro aliento inicial de nueva vida, es cada aliento posterior.

 

Pero, ¿cómo entonces predicamos el evangelio a aquellos que ya lo han creído? ¿Está repasando el método de respuesta de Gilbert, Dios, hombre, Jesús, una y otra vez con ellos, cada domingo? No me parece. Creo que dos recordatorios nos ayudarán a la hora de preparar nuestras enseñanzas. Primero, no te olvides de Cristo. En segundo lugar, no olvides el texto.

 

No olvides a Cristo

Entonces, primero, no te olvides de Cristo. Esto puede parecer obvio, pero ¡estoy sorprendido de cuántos sermones escucho que no tienen a Cristo! No sólo en el Antiguo Testamento, sino también en el Nuevo Testamento. Y este gran problema no parece ser nada nuevo. Charles Spurgeon, hace casi 150 años, notó este problema. Escuche lo que dijo: “Un sermón sin Cristo es como una barra de pan sin harina. ¿No hay Cristo en su sermón, señor? Luego vete a casa y no vuelvas a predicar hasta que tengas algo que valga la pena predicar”. Palabras muy severas que deberían hacernos reflexionar sobre nuestra predicación.

 

Ahora, al mencionar que debemos predicar “Cristo” en nuestros sermones, lo que realmente quiero decir es que debemos predicar el evangelio de Jesucristo en nuestros sermones. Quién es Jesús y qué ha hecho. Es esencial que el evangelio esté entretejido en todos y cada uno de los sermones, quizás varias veces. Incluso si estamos predicando a través de las genealogías del Génesis. Debemos hacer esto porque Jesús mismo dijo en Lucas 24:25-27 que todas las Escrituras tratan de Él, y más específicamente de Su muerte y resurrección. En este pasaje Jesús reprendió a dos discípulos en el camino a Emaús después de Su resurrección por no entender que Cristo debe morir y resucitar. Luego les predicó. El V27 dice: “Y comenzando por Moisés y por todos los Profetas, les explicó en todas las Escrituras lo que concernía a Él”. ¡Oh, qué sermón debe haber sido ese!

 

¿Notaste esa palabra “expuesta”? De ahí surge la palabra “exposición”. ¡Jesús fue un predicador expositivo! Entonces, la regla número uno para una exposición adecuada es que debemos predicar a Cristo. Debemos estar centrados en el evangelio.

 

En cada sermón un predicador está exhortando, reprendiendo, desafiando, pidiendo una respuesta, llamando a una persona a ser conformada a la imagen de Cristo, a arrepentirse, a abundar más en hacer el bien, a mirar a Cristo. Él nos revela en el texto dónde fallamos debido a nuestra carne y a nuestro estado caído. Nos golpea un poco, pero siempre termina con una nota alta.

 

¡No hay condenación para los que están en Cristo Jesús! Dios nos perdona en Cristo, nos redime. Este es el evangelio. Además, Jesús es nuestra fortaleza, nuestro fiel sumo sacerdote que puede relacionarse con nuestras debilidades y que puede ayudarnos. El predicador ofrece esperanza a través de Cristo y el evangelio al creyente cansado mientras peregrina en este mundo caído. Nos insta a mantener los ojos puestos en Cristo, a perseverar hasta el final. Nos recuerda nuestra herencia que nos espera y nos anima a no cansarnos de hacer el bien, no sea que desmayemos antes de cosechar.

 

Este es el objetivo del predicador. El objetivo del predicador no son lecciones de vida, ni dar un “manual de instrucciones” sobre la oración, el matrimonio, lo que sea. Hay momentos y lugares para eso, pero no deberían ser la dieta principal de la iglesia. Revisar los libros de la Biblia debería ser señalar a las personas a Cristo y el evangelio a lo largo del texto.

 

Recuerda el texto

Eso nos lleva a nuestro segundo recordatorio: recuerda el texto. ¡Recuerda a Cristo y el evangelio, recuerda el texto! Nuestro texto no es un trampolín. No simplemente lo leemos y saltamos al evangelio sin que el evangelio esté relacionado con ese texto. Esto es muy importante.

 

El texto que nos ocupa es inspirado, fue escrito para un pueblo específico con un propósito específico y es tarea del expositor tomar este texto y luego enseñarnos cómo se relaciona con nosotros. ¿Cómo se relaciona el punto principal del texto con su audiencia original con nosotros, los creyentes del siglo XXI?

 

Y este es el punto que estoy tratando de señalar. Nunca debemos dejar atrás el texto cuando vamos al evangelio. Si lo hacemos, incluso si tenemos buenas intenciones de predicar a Cristo que honran a Dios, de hecho estamos diluyendo el evangelio, porque estamos sugiriendo que el texto no se relaciona con el evangelio. Debemos predicar el evangelio desde la exégesis del texto. El evangelio está en tu texto, hermano. Porque cada texto de alguna manera se centra en el evangelio de Jesucristo: en quién es Él, qué ha hecho y cómo lo necesitamos. Recuerde, incluso desde el Antiguo Testamento, Jesús predicó su persona y obras desde Moisés y desde los profetas. Mira, Él estaba centrado en el texto, mientras que estaba centrado en el evangelio.

 

Hay mucho más que decir al respecto, pero el tiempo no lo permite. Quizás podamos tener momentos futuros juntos sobre esto. La segunda parte de esta enseñanza fue sólo una descripción general. Mientras tanto, creo que es útil que critiquen sus sermones. Tienes que tener la piel dura pero te ayudará a aprender a predicar mejor. Esperemos que esta enseñanza inicie algunas conversaciones sobre el tema. 

 

 

Bosquejo de ¿Qué es el evangelio? (Parte 2)

Cómo compartir el evangelio tanto con creyentes como con incrédulos

Introducción

La importancia del evangelio:

  • El evangelio como el primer aliento espiritual.
  • El evangelio como alimento diario para el creyente.
  • La necesidad del evangelio para incrédulos y creyentes.

El propósito de la enseñanza:

  • Explicar cómo compartir el evangelio en ambos grupos.
  • Enfatizar la importancia de predicar a Cristo en todos los sermones.

 

Parte 1: Compartir el evangelio con incrédulos

  • Modelo de Pablo en Atenas (Hechos 17):
  • Presentar a Dios como el único Dios verdadero.
  • Hablar de la humanidad y su pecado.
  • Anunciar a Jesús como la esperanza.
  • Llamar al arrepentimiento y la fe.

 

Los cuatro pasos de Greg Gilbert:

  • Dios: Su santidad, amor y justicia.
  • Hombre: La caída y el pecado.
  • Jesús: La persona y obra de Cristo.
  • Respuesta: Fe y arrepentimiento.

 

Aplicación práctica:

  • Adaptar estos pasos a diferentes contextos culturales.
  • Enfatizar la importancia de la claridad y la simplicidad.

 

Parte 2: Compartir el evangelio con creyentes

El problema de una evangelización descontextualizada:

  • Separar el evangelio del sermón.
  • Enseñar a la iglesia que el evangelio es solo para incrédulos.
  • La importancia de predicar a Cristo en todos los sermones:
  • Citas de Spurgeon y Jesús.
  • El evangelio como el tema central de toda la Escritura.

 

Cómo integrar el evangelio en la predicación:

  • No perder de vista a Cristo en cada sermón.
  • Relacionar el texto bíblico con el evangelio.
  • Ofrecer esperanza y aliento a los creyentes.

 

El papel del pastor:

  • Ser un modelo de dependencia del evangelio.
  • Equipar a la iglesia para compartir el evangelio.

 

Conclusión

Resumen de los puntos clave:

  • La importancia de compartir el evangelio con todos.
  • La necesidad de centrarse en Cristo en toda la predicación.
  • La aplicación práctica de estos principios.

 

Llamada a la acción:

  • Exhortar a los oyentes a aplicar estos principios en su propia vida.
  • Animar a los pastores a predicar el evangelio de manera integral.

 

Escrito por Jared Duncan, traducido y editado por Antonio Salgado

Ore por nuestros trabajadores de BCMS que sirven fielmente en lugares difíciles. Que el Evangelio siga saliendo, a Dios sea la gloria.

 

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También,

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El ministerio de (CMC) sirve a cientos de misioneros, pero ellos SÓLO reciben los fondos para nosotros y de ninguna manera tienen control sobre cómo se gastarán los fondos o qué debemos hacer como ministerio, lo que da espacio para ser sensibles a la dirección del Espíritu y la libertad para hacer los ajustes necesarios.

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No utilizamos una agencia de envío que recibe un porcentaje del dinero donado, por lo que puede estar seguro de que su donación irá directamente al campo misionero.

Decidas lo que decidas, muchas gracias por orar por nosotros y ayudar a este ministerio. ¡Dios lo bendiga!

 

BCMS UPDATE FROM THE MISSION FIELD

 Monthly Newsletter: Dominican Republic, Haiti, Venezuela 

 

Greetings from the field, everyone!

This month has been a whirlwind of activity for our missionary team serving in the Dominican Republic, Haiti, and Venezuela. Below are some of the highlights of the activities over the last month:

 

Preaching & Bible Studies:

 

The team has been busy spreading the Gospel and teaching the Bible in various communities. By God’s grace, Pastor Job has continued his Bible study in Laguna Prieta, despite the challenges there, by God’s grace, things are going well. In Yaguita del Pastor, Francisco is teaching and preaching on a regular basis. In August, we held an activity in his church distributing school supplies to vulnerable children and presented the Gospel to them and their family members present. Victor and Job will begin working together on outreach efforts in Hato Mayor, beginning with an apartment complex on the backside of the barrio. There is a good brother who lives in that complex and there is an available common area where we can meet, Lord willing. 

 

Frantzdy, our dedicated brother in Pedernales, continues to serve tirelessly despite facing immense challenges, including a slow but steady gunshot wound last Novemeber. His commitment to the people is truly inspiring. Apart from the the church services, Bible studies and prayer meetings, there are four other spots in the town that he visits regularly to share the Gospel and give Bible studies, all with people in vulnerable situations. He also frequently goes to another church that he planted in Cerro de Aguila to preach and teach. Pray for Frantzdy his continued recovery.

In Juana Mendez, Haiti, apart from local church activities and studying for his  bachelor’s degree in theology, Leonel is actively reaching out to new believers, leading Bible studies, and even visiting a local prison to share the Gospel. He has also begun sharing the Word of God in the nursing home in Juana Mendez. He is often invited by other churches and ministries in the area to teach.

Rafael, serving in Maracay, Venezuela, has been visiting and sharing the Gospel with Mr. Ines and Mrs. Nora. He’s also providing food and support to other individuals in need, like Nina and her family, and giving continued follow-up visits with those who have professed Christ, or are receptive to the Gospel.  We are now praying and planning for a new Bible study in his home soon, Lord willing. Pray 

 

Outreach & Community Engagement:

 

We’ve been actively involved in the communities of our team’s local churches, organizing workshops, providing food, and supporting those in need. A workshop on evangelism and missions brought together representatives from several Dominican and Haitian congregations from Puerto Plata to Santiago. By God’s grace, it went very well and are inviting those who attended the workshop to our online teachings coming later this month. We have created a group in order to maintain communication with those brothers and sisters, and to give follow up from the teachings. 

In Juana Mendez, Leonel organized food donations and a worship service for a home for the elderly. By God’s grace, we received a donation that will cover the cost of the monthly food provision to continue to show the love of Christ and the Word of God to this group of very vulnerable people. Pray for the salvation of this group since they are nearing the end of their lives here on earth.

 

Challenges & Growth:

 

It’s important to acknowledge the challenges that many missionaries face. This in in the context of many American missionaries serving overseas. Many leave the field within the first five years due to various reasons. However, with our team of nationals, that is much less likely to happen. They know and are used to the lifestyle and the challenges, and the team remains dedicated and resilient. 

 

Some of the recent challenges we’ve faced include, poverty, a lack of technology for some team members for quality recording of activities in pictures and videos as evidences of the activities held by the team. There are also the usual field conditions like power outages and inadequate shelter for meetings, the need for bibles and study resources for the team and those they serve. There are also some recent transportation difficulties in the DR. 

 

I need to travel within the country and visit Haiti soon, but sometimes, getting around can be challenging if it’s far. To reach Haiti, I can take a bus and meet Leonel at the border. No problem with transportation there, other than the obvious risks due to the present situation in the country. However, the van has taken a beating over the years. There are several men in different parts of the country I need to meet and spend time with in regard to expanding our efforts and taking the teachings from the workshop on evangelism and missions. While the van still runs well for daily errands here in the city and even a little further, I’m hesitant to travel long distances more than 2–3 hours away in it. Especially after it heated up twice on a mountain road recently. 

 

Near the city I feel things are easier to find. But, to breakdown far from home, find a trustworthy mechanic or getting it back to Santiago would be expensive and somewhat of a nightmare here. Especially if far from any decent sized city because car parts are scarce in many areas outside the main cities. When I lived in Esperanza, I often had to drive all the way to Santiago to find parts, often spending the entire day shop to shop until the needed part was finally found. Unknown mechanics can be risky and often not trustworthy. I speak from experience.

 

Some might say that a cheap motorcycle would be a quick solution. For city travel, it is ideal and more cost-effective. I even used to travel quite far for ministry on the one I had. As far as Jarabacoa in the mountains, Cotuí, La Isabella and Punta Rucia. However, after not one, not two, but three accidents on a motorcycle in this country, unless it is absolutely necessary, I’d rather not. I am a risk-taker, you have to do things out of your comfort zone from time to time, but not all risks are always wise. Yeison needs me, and I want to be there for him.

 

Pray that the Lord would provide for the rental vehicles when I need to travel, or eventually provide for a more reliable and tougher vehicle, ideal for the bad road conditions and mountains here. Rental cars can be affordable here, but require a minimum 2-3 day rental. I’d be very content with whatever the Lord provides. I just need to be able to get around more frequently in a reliable form of transportation for those longer trips.

 

Future Plans:

 

We’re excited about upcoming plans. We’ll be continuing our virtual conference series on the Gospel. The next session will be on September 21st, focusing on “The Gospel for the World” and “The Gospel for the Church” in another session if time does not allow us to finish that day. Following that, on September 28th, we’ll have a teaching session led by our own team member, brother Rafael Rodriguez. Please pray for the expositors of God´s Word and the edification of the hearers of these sessions.

 

Please Pray For:

 

Our team members and their ongoing ministry efforts.

Strength, continued faithfulness, wisdom, and protection for our team.

More laborers for the harvest.

Opportunities for further outreach.

The name of Christ to be lifted up among those we are reaching and further.

 

Thank you for your continued prayers and support!

Soli Deo Gloria

In Christ,

Antonio Salgado & the BCMS team

 

Please pray for our BCMS workers serving faithfully in hard places. May the Gospel continue to go forth, to God be the glory.

If the Lord so lies on your heart to give back to Him by supporting this ministry, you can easily donate online through PayPal. Click the donate button below to send support of any amount directly to the ministry. This is the fastest option to get funds to the mission field.

 

 

Also,

CENTRAL MISSIONARY CLEARINGHOUSE
P.O. Box 219228
Houston, Texas 77218-9228
1-800-CMC-PRAY (1-800-262-7729)
Office: 281-599-7411
Fax: 281-599-7511

The ministry of (CMC) serves hundreds of missionaries, but they ONLY receive the funds for us and in no way have control over how the funds are to be spent or what we are to do as a ministry, which gives room to be sensitive to the Spirit’s leading and the liberty in making needed adjustments.

You may begin sending your support to the BCMS (Antonio Salgado) at any time at the address above. (Checks should be made payable to Central Missionary Clearinghouse or C.M.C.)

You can also now give to the ministry here in the DR online through the new giving solution called “click and give” at the CMC website.

To get started, you just need to click on the link below and register the first time. Just a simple click on the donate button on their page (see link below), and then click the “click and give icon/button”.

https://www.cmcmissions.org/donate

For tax exemption, you must send your donation through Central Missionary Clearinghouse (CMC) at the address above. But the PayPal option is the fastest way to get funds directly to the field.

We do not use a sending agency that gets a percentage of the money donated, so you can be sure that your gift goes directly to the mission field.

Whatever you decide, thank you so much for praying for us. Grace and peace.